
Pero no al modo de una pelota que gira, sino al modo de un cubo de rubik, girando sin parar sus filas y columnas en todos los sentidos. Por eso de repente en un giro han cambiado las personas que te rodean, en otro los escenarios. un cubo de rubik de infinitos dados infinitamente pequeños, donde ocurren continuamente cambios de gran envergadura y otros de calado microscópico. Por eso sales con alguien y al cabo de cuatro giros es un completo desconocido, o al revés. Por eso en general todo cambia tan aprisa y en direcciones imprevisibles.
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